Aunque creo que nada se compara con la enriquecedora experiencia de una clase en el aula y la interacción real entre profesor y alumno, el aprendizaje en línea va en aumento y es fácil entender por qué. Requiere menos inversión de tiempo. Los estudiantes pueden encajar mejor el estudio con sus responsabilidades y compromisos existentes y participar en el aprendizaje en el momento que sea más conveniente para ellos. Los cursos en línea también son fácilmente accesibles para presupuestos pequeños ya que los estudiantes no tienen que viajar a ningún lado para estudiar. Para aquellos estudiantes que aún prefieren las clases presenciales, las lecciones en línea también son una buena forma de seguir aprendiendo cunado surge cualquier emergencia: un viaje inesperado, una enfermedad, un accidente, niños que necesitan ser atendidos, etc. Además, el aprendizaje online también es bueno para el medio ambiente. Aparentemente, requiere un 90% menos de energía y un 85% menos de emisiones de CO2 por estudiante que los cursos tradicionales en persona. Si eres consciente del medio ambiente, es posible que te guste saberlo. De todos modos, la amenaza global de covid-19 no ha hecho más que acelerar un cambio que ya estaba en marcha. Cada vez más, muchos de nosotros ya estábamos trabajando, comprando, mirando películas y estudiando no solo desde casa sino, en realidad, desde cualquier lugar donde estuviéramos. Estaba destinado a suceder, solo que ocurrió más rápido de lo que todos esperábamos y no por las causas que hubiéramos deseado. Es probable que todos estos "nuevos" hábitos pronto se conviertan en algo común. Asó que aquí estamos, adaptándonos todos al nuevo mundo. A la nueva normalidad. Sean cuales sean tus motivos, si estás interesado en recibir clases de español online, soy muy flexible en cuanto a días y horarios y siempre intentaré adaptarme a tus necesidades. Para mis clases en línea, uso la ya popular aplicación Zoom. Es mi herramienta de video llamada web preferida. Proporciona funcionalidades importantes para las clases, como la capacidad de conectarse sincrónicamente con los estudiantes a través de video, audio, pantalla compartida y chat de texto y la capacidad de usar anotaciones escritas en una pizarra o directamente en documentos compartiendo la pantalla.