El organizador del 15º festival de Eurovisión se decidió mediante sorteo debido al empate del año anterior. Le correspondió a Holanda y el concurso se celebró en Amsterdam. Cuatro países, Finlandia, Noruega, Suecia y Portugal decidieron no ir para mostrar su disconformidad con el deficiente sistema de votación. El festival de 1970 es considerado uno de los más importantes de la historia de Eurovisión. Para empezar, el reducido número de participantes obligó a la televisión holandesa a introducir elementos nuevos para alargar el evento. Se mostró un vídeo de introducción al festival y una postal de cada país participante antes de su actuación. Este formato gustó tanto que, aun con los cambios propios de tecnologías más avanzadas, se ha mantenido practicamente inalterado hasta hoy.

El escenario formado por barras y bolas móviles que podían colocarse en infinidad de posiciones diferentes era efectivo y espectacular. Fue considerado durante mucho tiempo el más ambicioso escenario creado nunca para Eurovisión y aunque la tecnología y el derroche de efectos digitales posibles en nuestros tiempos nos impidan apreciarlo, puesto en perspectiva, el escenario de 1970 supuso no solo un esfuerzo tremendo para la televisión holandesa de entonces sino que, sobre todo, fue el pistoletazo de salida para una carrera que hoy en día aún perdura por superar año tras año la espectacularidad de la organización de la edición anterior.

La adolescente Dana ganó para Irlanda su primer festival con una balada preciosa titulada All Kinds of Everything que después grabaría en español con el título Todas Las Cosas Me Hablan De Ti y que fue un grandísimo éxito en toda Europa.

Los británicos quedaron otra vez en su puesto predilecto en Eurovisión, segundos, con una canción que fue tremendamente popular en España, Knock Knoc, Who's There, interpretada por Mary Hopkin.

Alemania quedó en 3ª posición con la canción Wunder Gibt Es Immer Wieder (Los milagros suceden una y otra vez) interpretada por Katja Ebstein y que era la gran favorita de la noche. Aunque el título no pareció cumplirse con la guapa y altísima Katja. Como le había pasado a Cliff Richard ante Massiel la derrota de la alemana fue de esas que duelen, tanto, que tal vez por ello es que esta cantante lo habría de intentar dos veces más, la primera al año siguiente en 1971 y nueve años más tarde en 1980. En la primera repitió posición y en la segunda casi lo consigue, quedó segunda.

El español Julio Iglesias, ya entonces famoso en España pero totalmente desconocido en el resto del mundo, representó a España con la canción Gwendoline que el mismo había compuesto y que quedo en 4º puesto. Para la historia quedó su traje azul sin bolsillos, pensado para evitar que cantara todo el tiempo con las manos metidas en ellos, un gesto habitual de Julio Iglesias entonces y que TVE pensó era mejor evitar. El jovencísimo y aún muy tímido Julio Iglesias tomó con una mano el micrófono y con la otra se pasó los tres minutos sin saber muy bien que hacer con ella poniendola aquí y allá. Nadie podía imaginar entonces que, con los años, se convertiría en el cantante español más exitoso de todos los tiempos y el europeo que más discos ha vendido en el mundo. Entre sus muchos logros figura el de haber grabado en más idimas que ningún otro cantante y ser el cantante latino que más copias ha vendido. Su hijo Enrique Iglesias tendría en el siglo XXI un éxito internacional igualmente extraordinario llegando a ser conocido como el Rey del Pop Latino.

Tras el bochorno del cuádruple empate en Madrid, este año se estrenó una norma algo complicada para el caso de empate que requería volver a interpretar las canciones empatadas y una segunda votación para las mismas. Sin embargo nunca fue necesario llegar a aplicarla ya que no se volvió a producir un empate hasta el año 1991, y para entonces un sistema de desempate mucho más efectivo, lógico y rápido había sido ya implantado.

¡Preparad vuestro pasaporte a Dublín 1971!