Tras la victoria en 2011 de la canción defendida por Eldar & Nigar, Baku, la capital de Azerbaiyán, se convirtió en 2012 en la sede más oriental en celebrar el festival de Eurovisión. Hasta las entrañas de Asia, no lejos de la frontera con Irán, se desplazaron las delegaciones de los 42 países participantes en la 57ª edición. El record de 43 continuaba así en manos de Serbia 2008 y Alemania 2011.

La televisión de Azerbaiyán ofreció un gran show a los 100 millones estimados de telespectadores gracias a que contaron con la ayuda de los responsables de la belleza, la extravagancia y el derroche de la maravillosa edición anterior. Las casas de apuestas, que igual aciertan de pleno (caso de Alemania en 2010) o fallan hasta el estrépito (caso de Azerbaiyán en 2011) tenían como clara y casi única favorita a la representante sueca Loreen, que con su tema Euphoria y su puesta en escena había deslumbrado a los espectadores de Suecia primero y de Europa después, ya muchas semanas antes de la gran final.

Otras canciones que figuraban entre las grandes favoritas era la italiana, interpretada por Nina Zilli, con un estilo retro que recordaba inequívocamente a la desaparecida Amy Winehouse. Hacía muchos años que no veíamos a España contar también como posible ganadora en esas listas y encuestas previas al festival, pero la poderosa voz de Pastora Soler y una sobria pero eficaz puesta en escena consiguieron convertir una balada modesta de corte tradicional en una experiencia emotiva con un poderoso crescendo final que por momentos parecía gustar al público europeo casi más que al propio español. No en vano, el autor de la canción Thomas G:son, era el mismo que había escrito la canción que representaba a Suecia.

Al final los pronósticos, esta vez, acertaron, y Euphoria, la canción que se había convertido en la tercera más reproducida de la historia de Spotify y cuyo ritmo "dance" ya se escuchaba en todas las discos de Europa se llevó la victoria de esta 57 edición con una diferencia de 113 puntos sobre la segunda clasificada, Rusia. Los 372 puntos obtenidos convierten a Euphoria en la segunda más votada de la historia del festival antes del cambio de sistema en 2016, solo por detrás de "Fairy Tale" ganadora por Noruega del festival 2009. Suecia recibió votos de 40 países. Solamente Italia no la votó. Loreen obtuvo además el record de máximas puntuaciones: 17 países le dieron los deseados 12 puntos. Con esta victoria eran ya cinco las veces que Suecia había ganado el festival, empatando con Francia, Reino Unido y Luxemburgo. Irlanda permanece en cabeza de este palmarés con siete victorias. España, con Pastora Soler, quedó en 10ª posición, un puesto por debajo de Italia y dos por debajo de Alemania. Así, tres de las denominadas "big five" salvaron la honra y los papeles. Francia quedó en el puesto 22 y aun más abajo, en penúltima posición, el Reino Unido, representando por toda una leyenda viva de la canción: Engelbert Humperdinck, que con más de 150.000.000 de discos vendidos en toda su carrera seguramente no necesitaba a sus 73 años pasar por este trance. Su tema, bello y clásico, pertenecía a otra era de Eurovisión, en las antípodas de lo que Loreen presentó. Y es que no hay que olvidar que la audiencia del festival es mayoritariamente joven, y eso a pesar de que el concurso haya cumplido ya 57 años. En todo caso, incluso si las 26 canciones participantes hubieran sido fantásticas, no es necesario recordar que alguien debe quedar el último, necesariamente. Aunque, claro, para eso tenemos siempre dispuesta a Noruega, toda una especialista. Lo consiguió este año por 11ª vez aumentando su record particular. Ningún otro país ha quedado tantas veces en último lugar ni ha terminado tantas veces con "0" puntos.

Nos vemos en Malmö en 2013